lunes, 6 de agosto de 2012

Miradas que matan...

Anoche, en mi afán de dejar que las cosas sucedan sin complicarme demasiado, invité al enemigo a ver una peli con helado en mi departamento. Una cosa llevó a la otra, y se terminó quedando a dormir...

En lo que estábamos conciliando el sueño, mimo va, mimo viene...pero, el susodicho está dañado, tiene una costilla rota (según yo) y no puede ejercer mucho movimiento así que fui la del laburo.

En lo que estaba ahí, laburando, me agarró el pelo, lo corrió de mi cara y me miró fijo (solo con acordarme la sensación se me pone la piel de gallina) y me dijo suave, susurrando: "quiero mirarte". Intenté mantener la mirada fija en sus ojos, pero no podía, y él me miraba sin pestañear. y me acariciaba el pelo y las mejillas...

Fue tan fuerte la sensación que casi lloré. Paré y lo abracé fuerte. Y el me abrazó más fuerte todavía. Y la cuestión siguió así, abrazados muy fuerte.

La conexión que existe con él, no la tuve con nadie más, no se si la lograré con otra persona.

Pero...¿alcanza?

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