Que paso ayer?

Hoy muero por un día en la cama con alguien que ni me hable pero me abrace y no haga falta que me pregunte que pasó. 


Hoy, lo que necesito usualmente me lo darías vos. Pero, paradójicamente, lo que me pasa hoy SOS vos. 

Hoy tengo esa sensación angustiante de estar desmoronandome. Tengo esa necesidad de un abrazo que me sostenga. 


Read More

Conclusiones

Siempre fui de ese tipo de mujer valiente que se atreve al amor sin miedo. De las que saltan al vacío sin pensarlo demasiado. Peor aún, de las que se quedan a pesar del dolor.

Me vi repitiendo mil veces que el amor me hacía sentir viva. Que aunque fuera no correspondido, me gustaba vivirlo.

Ahora, mientras escribo estas líneas, me percato de una simple pero inusual coincidencia. Me gustan los amores imposibles, si. Pero hace tiempo que no me dejo atrapar por un amor de verdad. De esos que te despiertan con un beso a la mañana, de los que dejan la toalla mojada en el baño, de los que toman agua y no llenan la botella. De esos reales, de los que sí duelen.

Y entonces, ahí mismo, es donde me doy cuenta que no me gustan los amores imposibles. Me refugio en ellos. Porque cómo es posible añorar eso que nunca se ha tenido? Ahí, donde ese hombre casado que nunca va a poder ser, donde ese amigo a la distancia se convierten en ese imposible, ahí es donde está mi refugio. Qué mejor que ese, no? Engañándome constantemente pensando que puedo querer pero (ups!) siempre al hombre equivocado.

Y un día llega alguien que quizás no se queda, pero te invita a romper un poco con eso. Que difícil se me hace a veces escuchar que me digan cosas lindas! No me las creo o no me las quiero creer? Tanto miedo me dejó una herida? Desde cuándo? Cómo se cura?

Después les cuento...

Read More