miércoles, 30 de junio de 2010

La dificil tarea de querer(se)

Pasa. No sólo a mi, sino también lo veo en casi todas (por no decir todas) mis amigas. Somos una especie muy extraña que suele hacer del masoquismo un arte.

Ponele. El enemigo es mucho laburo. No me puedo relajar, siempre tengo que estar afilada para seguirle el ritmo y no terminar embolandome porque el niño es egocéntrico en extremo y me "pone a prueba" constantemente. Mide mi grado de seguridad como nadie en la vida lo hizo. Es inteligente y divertido, me mantiene alerta, pero es agotador.
Una persona normal, con sentido común, lo dejaría 'pal pingo. Le diría _ Querido, me aburrís y me agotás. Porque no te vas con esos jueguitos a tu casa, donde vivís con tu mama, por cierto, y me dejas de alterar la vida?! Pero no, yo decido seguir cueste lo que me cuesta y me agote lo que me agote.

Todo esto viene a no se que, pero analicemos un par de casos.

Caso 1: La reincidente... Luciana tiene una seria obsesión con un salame cuyo ego sobrepasa los límites imaginados. El tipo, durante el tiempo que salieron, hizo la típica: Las primeras dos semanitas todo bien. Después comenzó con sus dilemas existenciales de que no sabía que quería de la vida y otrasartadeboludeces. Vinieron, entonces, las ideas y vueltas en las que, obvio, mi amiga salía perdiendo y terminaba llorando.
Se pelean, el la deja. Después de un tiempo ella estaba con otro. Él vuelve. Ella flaquea. Se pelea con el otro. Él la vuelve a dejar. Muy básico...

Caso 2: La ciega guampuda... Esta es, pobrecita, una de las peores. A esta la hacen acá como si nada y la pobre no puede o no quiere verlo. Todo el mundo le dice tu novio anda con tal o cual y ella, después del correspondiente escandalo, termina creyéndole a él.

Caso 3: La permisiva...Aquí me incluyo, yo solía ser una de estas. El tipo le hace problema por todo. Que pintarse las uñas de rojo es de puta, ponerse pollerita corta es de puta, hablar con otros tipos es de puta (ni hablar de bailar con otros tipos), el escote es de puta, decir malas palabras es de puta, salir es de puta, mostrar el dedo gordo del pie es de puta... La mina termina (si es que el tipo tiene el suficiente poder de convencimiento y la mina es suficientemente convencible) recluyéndose en su casa, saliendo solamente para ir a laburar o hacer una que otra compra en el almacén. Si perdurás lo suficiente seguro terminás cautiva en tu casa cocinándole y planchándole las camisas vestida de personal doméstico y haciendo el papel de la esposa domesticada.

Caso 4: La resignada... La resignada se agarró algún papanatas por ahí suponiendo que ningún tipo considerablemente tolerable le va a dar bola. Conoció a un salame que hace chistes verdes en un bar y piensa que se le está a punto de pasar el tren entonces se toma este sacha-tranvía que más que un TGV parece el tren-fantasma del parque de diversiones más choto. El problema es que tarde o temprano se va a dar cuenta y, quien dice, a esa altura capaz ya se le pasaron un par de trenes potables, o por lo menos habitables.


Y bueno...así podría estar días describiendo situaciones muy conocidas por las mujeres que intentan el difícil arte de querer(se) cuando 1 de cada 10 tipos es aceptable, y seguramente hay otra que ya te ganó de mano...




A QUERER(SE) MIS QUERIDAS!!

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