jueves, 12 de febrero de 2015

Cartas para Julia...(parte II)

Carta N° 2 - 21/11/2012

Estaba leyendo unas cosas y apareció esta frase:
 
“Muéstrame cómo sos desprevenida: sin maquillaje, entregada, dolida, con hambre, furia, frío, mal dormida, fuera de foco, sudada. Con vida.”

No se porqué me hizo acordar a vos, quizás será porque una de las tantas charlas que tuvimos me contabas que cuando eras chica siempre andabas de travesuras, que tu mamá te obligaba a usar vestido y que con el paso de los años siempre tuviste mas amigos varones, pero que, también, aprendiste a ser femenina. Y me acuerdo que te decía que yo prefería a una mujer así, mas real, mas terrenal, y no a esas princesitas frías de porcelana.
 
Y leo esta frase, y pienso en muchas otras cosas que te dije, que te escribí y por momentos me gusta pensar que te pude conocer de esa forma, con vida. Aunque sea a través de una computadora cuando charlábamos, o de las pocas miradas que intercambiamos o de las muchas veces que nos pensábamos.
 
Como contener mis ganas de de hablar con vos? de contarte que me pone feliz, y que me pone triste? De saber que a veces estás ahí, tan cerca y al mismo tiempo tan lejos.  
Como evitar no pensarte, si muchas de las cosas que logré este tiempo, por mas pequeñas que fueran, las planifiqué para disfrutarlas con vos?
 
Después de la charla que tuvimos, estuve varios días pensando todo lo que me dijiste, y con el correr de los días, algunas cosas las acepté, otras las entendí y otras no tanto. Igual, que entienda o acepte todo eso, no me va cambiar, ni a mí, ni a vos.
 
Prefiero quedarme con las cosas que alguna vez me dijiste o se que pensaste. Que fueron ciertas, por más efímeras que hayan sido.
 
Hubo un momento en que me dije que no te iba a escribir más, pero es en vano ir en contra de lo que siento y lo que quiero. Así que escribo, pienso y escribo, sólo por mí, porque no puedo guardarme todo esto.
 
De todas formas, y esto te lo dije, siempre intento ver el lado positivo, aunque a veces sea muy pequeño, quiero agradecerte por las charlas que tuvimos, por los mensajes, por recibirme allá, aunque hayas estado enferma y haya sido prácticamente un sacrificio para vos. Porque gracias a vos, me pude demostrar muchas cosas a mi mismo. Pensar en alguien más, encontrarle sentido a cosas que para mi ya no tenían sentido, arriesgarme y pensar en la posibilidad concreta de dejar todo por la otra persona. Quizás esto te parezca una locura y lo más probable que así lo sea. Y esto no debería contártelo, pero sabes que?? No era 100% seguro, digamos que un 70%, en febrero/marzo tenía trabajo en Tucumán. Pero como siempre, fiel a mi arrebato, me adelanté a lo hechos. De todas formas, me alegro por mí que hayas logrado romper todas mis estructuras.
 
En fin, de todo lo que me dijiste alguna vez, me quedo con haber logrado, a pesar del poco tiempo y la distancia, conocerte como mucha gente no lo hizo, así, sin maquillaje, sin escudos, a veces dolida, por momentos entregada y un poco enamorada. En fin, con vida.  
 
Por todo esto, y mucho más, aquí te guardo, en mi memoria. Aquí te anhelo, en mis labios. Aquí te encuentro, en mis palabras. Aquí te busco, en mis ojos. Y aquí te quiero, en mi corazón.
 
Te mando un beso grande.
 

Martín

0 comentarios: