jueves, 12 de febrero de 2015

Cartas para Julia (parte III)

Carta N°3 - 13/03/2013
Esta es una de esas veces en que empiezo a escribir sin saber que decir realmente.
¿Qué decirte que no te haya dicho antes? Haciendo memoria, y sabes que la tengo, la última vez que habíamos hablado, (en realidad nos saludamos) fue para navidad, después pasaron algunos meses hasta hoy, que volvimos a hablar.
Espero poder hacerme entender con todo lo que quiero y tengo para decirte. A veces me pasa de tener tantas cosas para decir que no termino diciendo nada, como si se quedara todo atorado dando vueltas.
En este brote de sinceridad voy a decirte que pasó por mi cabeza en este tiempo, y esto no significa que antes no haya sido sincero,  todo lo contrario, sólo que esta vez no me cuidaré de las formas al hacerlo.
Después de que hablamos por teléfono (allá por principios de noviembre), en donde me explicaste como te sentías, me quedé bastante mal. Te escribí un mail después de eso, en donde me contestaste que te ponía contenta y triste a la vez ese mail. Nunca supe el porqué de ambos sentimientos. Igual ya pasó un tiempo de aquello, no creo que valga la pena traerlo a este momento.
Puse todo mi empeño en olvidar, y últimamente soy bastante bueno en lograrlo, eliminé todo contacto tuyo (ni que hubiera mucho jaja), y para esta misión en particular la distancia ha sido de ayuda.
No quiero que pienses que estoy enojado, ni mucho menos. Es mi forma de “estar bien”. Las cosas no salieron como esperaba, ni como quería, entonces de alguna manera necesitaba soltarte y desprenderte de mi vida.
Digamos que todo venía bien, digamos, porque, que no hayamos hablado, no significa que no te haya pensado o que no me haya hecho las preguntas que me vengo haciendo desde hace un tiempo. ¿Qué preguntas son esas? Revisé una y mil veces en mi cabeza nuestras charlas, el viaje, como nos conocimos, todo. Y todo me lleva a una cosa, estoy hasta las pelotas con vos, así de simple. Me gustas mucho y generaste muchas cosas en mí. Y eso es lo más loco de todo esto. Me pregunto cómo he hecho para llegar a esta situación, enamorarme de una chica que conocí en unas vacaciones y que vi dos veces en mi vida. Describirte el sin fin de teorías y respuestas que armé, conjugué y pensé, creo que podría escribir un libro, así que será en otra ocasión.
Pero no nos vayamos del tema central (buena catedrático!!), como te dije, me sorprendió, y mucho, que me hayas escrito el domingo. ¿Y sabes qué? Me hizo mal por un lado y bien por otro. Y te lo explico, me hizo bien saber que todavía te acuerdas de las cosas que te decía, pero también me hizo mal, porque no estaba en mis planes volver a saber de vos. Quizás suene fuerte o feo, que se yo, pero no tenía opción Juli, necesitaba alejarme de alguna manera.
Como dice la letra del poema de Benedetti, me pregunté tantas veces el porqué de esta situación. De que porque no estoy ahí con vos, cerca de ti. De por qué no puedo dejar de pensarte,  y me pregunté y me sigo preguntando qué tengo que hacer para olvidarte? O más difícil aún, que tengo que hacer para estar con vos?
Y siento bronca conmigo mismo, por esta decisión cobarde que elegí, la decisión de intentar olvidarte y no querer saber más nada de vos.  Y de pronto apareces con una frase hermosa, me decis que las preguntas que yo me hice, vos también te las hiciste en algún momento y me siento mal, con todo.  
A veces quisiera que fuera distinto, pero no lo es. Debo aceptar que estamos lejos. Que las cosas no fueron como esperaba. Pero por favor, no me quites la idea y el sueño de que podría haber sido distinto. Yo quería que fuera distinto. Y todavía lo quiero. Solo que no sé cómo lograrlo.  
Es muy difícil explicarlo con palabras, y más aun así, en un mail. Me encantaría decirte todo esto de frente mirándote a los ojos. Pero necesito que lo sepas, ahora, en este momento.
No importa que pase, no importa que pueda llegar a pasar. Te olvidaré o no. Nos volveremos a ver o no. Cada uno seguirá con su vida o no. Pero de lo que estoy seguro, y te lo dije el domingo, yo voy a seguir esperándote.
Sabes que te quiero con todo mi corazón.
Beso.
Martín

P.D: No te voy a pedir que no me contestes, porque se que no lo vas a hacer. Conozco tu preferencia de que esto hay que hablarlo, pero bueno, estamos a 700 km y son las 1.30 de la madrugada jaja.

Mi respuesta:

Entiendo muchas de las cosas que me decís, porque muchas veces me siento de esa forma. Mi mejor manera de conservar mi corazón es soltando cosas que (teóricamente) podrían lastimarme. Las suelto porque soy cobarde y no puedo evitarlo. Prefiero soltarlas, dejarlas ir que pelearlas y sufrir...

Perdón si mi mensaje te hizo mal, muy lejos de mi estaba hacerlo...sólo quiero que sepas que nos vamos a volver a ver y que yo también te quiero con el alma.

Besos, Juli.


0 comentarios: