martes, 17 de agosto de 2010
Hasta las bolas
Cuando de repente estás lavando los platos (miles) después de un almuerzo familiar sin ayuda de nadie porque todos comieron y se hicieron los boludos y se fueron al carajo.
Cuando de repente te encontrás frente a la pila más grande de platos y ollas y sonreís porque te acordaste que anoche, abrazados, él te dijo que estaba enamorado...
Es exactamente el momento en el que tenés que comenzar a pensar que el agua te llegó al cuello!!!
(y, obviamente, comenzar a preparar la huída...)
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