Wellcome
Antes solía
ser un poco más escribidora. Un poco más suelta de sentimientos. Los decía así,
sin más, sin medir consecuencias y sin buscar algo a cambio.
Antes las
palabras me salían más fáciles, como agua de manantial.
Son quizás
los años, las experiencias dolorosas de la vida, las responsabilidades que se
comen al verdadero ser interno de cada uno los que hacen que de a poco vayamos
perdiendo la esencia.
Pero yo hoy
quiero retornar a esa yo que decía lo que sentía sin miedo al dolor. Y por eso
hoy digo GRACIAS. Gracias por el tiempo compartido juntos. Gracias a todos los
que forman parte de mi vida en algún punto.
Gracias Pilar
por haberme enseñado tanto con tus 22 años. Tan grande y tan chiquita a la vez.
Con tanta paciencia me enseñaste todo lo que sabías sin guardarte nada. Tanta solidaridad
no habla más que de una gran persona. Gracias por acompañarme en este camino de
descubrimiento personal y por hacer de mí tu proyecto de niña bien, jaja. El look
me queda.
Gracias mi
amor por aparecerte en mi vida. No ahora, hace 4 años con tu guitarra. Todo este
tiempo que pasamos juntos (y no tan juntos) las lágrimas, las peleas, los
dolores de corazón, las separaciones, las vueltas y las segundas oportunidades…
si todo eso nos hizo llegar a donde estamos, ¡Que se repita cada vez! Te amo y
amo haber sido parte de tu auto descubrimiento también. Ahora juntos somos
mejor.
Gracias a
mi familia porque indefectiblemente es la mejor parte de mi vida y no importa
cuanto me esfuerce en desaparecer, en hacer las cosas mal, siempre encuentran
una buena razón para amarme y acompañarme en todo lo que emprendo. Son el pilar
más importante de mi vida.
Gracias a
mis amigas. Todas. Las del corazón. Las que están siempre. No hay mejor hermano
que el que uno elije.
Y gracias a
la música, por hacerme sentir como me siento. Por provocarme todo lo que en el
cuerpo y el alma me provoca.
Simplemente
GRACIAS.
BIENVENIDO
2014, te espero con los brazos y el corazón abierto.